Querida Madre. Acompáñame todos los días.
Ayúdame a portarme bien y ser un buen hijo, servicial y atento para lo que necesiten mis papás.
Quiero ser un buen hermano, que no discuta ni me pelee tan fácil por cosas que no son importantes.
Dame una manita en las cosas de la escuela y ayúdame a tener siempre una sonrisa para todos los que me rodean.
Ayúdame a vivir haciendo el bien como le enseñaste a tu hijo Jesús.
Ayúdame a ser como Él y quererle con el alma y la vida.
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